Coser, coser,...

Cuando era pequeña me enseñaron a hacer cadeneta, tejía (el punto más sencillo), hacíamos punto de cruz,... a mi me gustaba mucho y parece que las nuevas generaciones por mucho que cambien las costumbres y los juegos también les gusta este tipo de cosas. 

A Cl el año pasado le empezó a picar el gusanillo y algo cosimos en el invierno que es la época en el que tienes que hacer funcionar un  poquito la imaginación porque no se puede salir mucho de casa (yo no entiendo a esas madres y padres que dicen que no saben ya que hacer en casa).

Fisgorroteando por Internet encontré una escuela de costura de Memphis. Me encanta ver como los críos disfrutan con cosas tan sencillas  y sin necesitar juegos ultrasofisticados.

Yo creo que no son tan diferentes a nosotros.

Aprovechan el buen tiempo todo lo que pueden y hacen la actividad al aire libre.

Tambien hacen algo de cocina, pero siempre inspirandose en la costura como estas galletas-botón.

Los niños tienen versiones muy diferentes, nos sorprenden tanto.

Un besín marmotil.