¿El amor se puede medir?
Este cuento tiene un gran significado para mi. Me lo regaló el Ayuntamiento de Gijón junto con el libro del bebé y la canastilla que no estuvo nada mal la de Cl, la pobre S ya empezaba la crisis y no tuvo canastilla.
Se lo conté por primera vez a Cl cuando contaba con pocas horas de vida y lloré (la que no lloraba), las primeras semanas después de tener a Cl no era capaz de leerlo sin llorar al final, las hormonas ya sabéis. De todas formas es un cuento precioso para contarles a nuestros peques, aún lo pide Cl muchas noches.
El otro día lo vi una edición especial desplegable, una maravilla.
Cuando salgamos de la crisis me lo compro!!!!!
Un besín marmotil.
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