El día que llegó venía lleno de pulgas y con varias garrapatas, olía fatal... pero era tan achuchable que todos estuvimos acariciándole. Venía de dormir en una cuadra con un jabalí así que se podía esperar de todo.
Nos dio cariño y nos protegió durante casi diez años.
Con las nenas era una pasada, recuerdo cuando Cl era bebe y le decías- ¡Vete a cuidar a Cl!- él iba y no se movía de su lado, allí estaba, alerta.
Con S, no se que decir, había algo especial.
Nos reíamos mucho cuando dormía boca arriba y quedaba con las patas estiradas (pondré alguna foto).
Yo pienso que cuando alguien falta siempre tienes que quedarte con los buenos recuerdos y con eso nos quedamos de Sol. Era uno más de la familia y le queríamos mucho.
Un besín marmotil solete